Una de las visitas más impresionantes que puedes hacer en Rumanía es sin duda las minas de sal cerca de Cluj, Salina Turda. Un depósito salino de hace millones de años ha sido explotado por su sal desde hace cientos de años, y ha creado un lugar único en el mundo.
La llegada a la mina de sal si vas por tu propia cuenta es un poco complicada. Nosotros llegamos a la estación de tren, y después tomamos un taxi a la entrada de la mina. A pesar de que la distancia del pueblo parece relativamente corta no es recomendable que vayas caminando ya que hay una colina antes de llegar, y la carretera no está hecha para peatones.
La mina de por si es impresionante. Hay un ambiente dentro seco y frío, y si tienes problemas de salud es recomendable que consultes a un médico o no la vayas a visitar. Hay unas largas colas para los dos ascensores, y si quieres coger las escaleras, ten cuidado porque son muy empecinadas, de madera y resbaladizas.
La mayoría de los turistas que vimos eran locales; no sé si fue por la hora, o si todavía no es muy popular para la gente de fuera. La verdad es que es una experiencia inolvidable, y de lo más curioso que hay que ver en Transilvania.